Santa Luisa de Marillac

Fue una mujer con una personalidad destacada en la historia, más concretamente de la iglesia católica durante el siglo XVII.

Nacida en Francia en el 1591, su vida estuvo marcada por la dedicación apasionada al servicio de a los demás; y por su profunda fe en dios. Es considerada una santa y una pionera en el campo del trabajo social y la caridad. 

Desde muy temprana edad, Santa Lluïsa mostró una compasión y preocupación por los menos afortunados. Se casó y tuvo un hijo, pero su vida cambió drásticamente tras la muerte de su esposo, momento en el que se unió a San Vicente de Paúl, en su labor de ayudar a los pobres y a los enfermos.

Juntos fundaron las Hijas de la Caridad. Mostró una habilidad notable para administrar recursos y organizar esfuerzos caritativos, lo que contribuyó significativamente al crecimiento y la eficacia de la organización.

A lo largo de su vida, se enfrentó a numerosos desafíos, incluida una enfermedad crónica que la aquejó constantemente, si embargo, en lugar de dejarse vencer, canalizó su fuerza interior y su espíritu impetuoso hacia su trabajo caritativo. Su determinación y entrega incondicional al prójimo inspiraron a quienes la rodeaban y dejaron un legado perdurable. Santa Lluïsa es recordada como un ejemplo viviente de como administrar los dones y talentos que se poseen para el servicio a los demás. Su vida es un testimonio poderoso de la importancia de la compasión, la generosidad y la fe, en la construcción de un mundo mejor. Santa Lluïsa nos invita a unir el pasado con el presente, nos dice que nada nos debe detener cuando se trata de la gloria de dios y el bien de los pobres. Muchos continúan su labor en la actualidad, con devoción.

Cada 9 de Mayo celebramos el día de Santa Lluïsa de Marillac. Es la santa patrona de los trabajadores sociales y cuidadores, proclamada por el papa Juan XXIII, en 1960. 

Sus valores son, clima de disciplina, alegría y orden, solidaridad encaminada a alcanzar una justicia social (con atención especial a los más necesitados), respeto por la vida y la naturaleza, la sencillez, la humildad y la caridad.